Este es el primer año que voy al salón del manga. En esta ocasión han cambiado las fechas, celebrándose de los días 8 al 11 de diciembre en vez de en octubre como en anteriores ediciones; y también su ubicación, siendo ahora en la calle Botànica 64, de L’ Hospitalet de Llobregat.
Me decidí a comprar las entradas una semana antes. Se podían comprar exclusivamente online y ya me llevé la primera sorpresa, ¡sólo quedaban entradas disponibles para el viernes día 9 de diciembre!. Estaban agotadas las entradas del resto de días así como la entrada que te daba acceso los 4 días que dura el salón, y que costaba 46€. Por supuesto corrí a comprarme la entrada general, por 14€.
Llegando al 28 Manga Barcelona ya empecé a ver multitud de gente que se iba acercando al recinto, muchísima gente. Después de conseguir aparcar, una tarea harto difícil, la espera en la cola no fue tan larga como se podía pensar al haber tantas personas queriendo disfrutar del salón. Podías ver gente de todo tipo, unos disfrazados y otros que no, pero todos con ganas de pasar un buen rato.
Entré sobre las 10:30 y no salí hasta las 18:00, pasando el tiempo casi en un suspiro.
Dentro de los pabellones que acogían el Manga Barcelona, se podían ver los stands de las editoriales con sus publicaciones, stands relacionados con la cultura japonesa, de fanzines, de autores firmando sus obras, y un gran espacio dedicado a juegos de la Nintendo Swicht, donde gente de todo tipo disfrutaba de los juegos.
También había un pabellón con zona infantil y de actividades varias, como tenis de mesa, baloncesto, voleibol, fútbol… deportes muy presentes en series de anime.
Y la zona de restauración, tanto dentro del pabellón, como los food trucks, con comida principalmente asiática, aunque podías encontrar también hamburguesas, pizzas, hot dogs, crepes, etc. Y donde se hacía mucha cola también para llenar el estómago.
En definitiva, un espacio para el ocio, para disfrute de los amantes del manga y del anime, cultura y gastronomía japonesa, en el que el tiempo parece discurrir de otra manera, disfrutando cada segundo.
Ha sido una buena experiencia, que seguro repetiré en la próxima ocasión. Pero eso sí, ¡ya tengo apuntado en septiembre 2023 de mi nueva agenda «comprar las entradas Manga Barcelona» para no quedarme sin ninguna!.