«Fatty: el primer rey de Hollywood» es un cómic que rinde un homenaje fiel a la vida y carrera de uno de los pioneros de la industria cinematográfica. Escrito con sensibilidad por Julien Frey e ilustrado magistralmente por Nadar, esta obra nos sumerge en el vibrante mundo del cine mudo a principios del siglo XX y nos presenta la figura carismática y compleja de Fatty Arbuckle, el primer actor en ganar un millón de dólares al año. Publicada por Astiberri en una cuidada edición en cartoné.
A través de los nostálgicos recuerdos de su contemporáneo y amigo, Buster Keaton, este cómic nos transporta a una era de glamour, excesos y moralismo implacable. Además de narrar la vida de Arbuckle, también arroja luz sobre el contexto social y cultural que moldeó la industria del entretenimiento de principios del siglo XX, con la presencia destacada de otro gigante del cine mudo, Charles Chaplin. El cómic nos lleva a través de los altibajos de la vida de Arbuckle, desde sus humildes comienzos hasta su ascenso meteórico en Hollywood. A través de viñetas emotivas y diálogos conmovedores, somos testigos de sus triunfos en la pantalla grande y de los desafíos personales que enfrentó fuera de ella. La narrativa no teme adentrarse en los momentos oscuros de la vida de Arbuckle, incluyendo el infame escándalo que amenazó con eclipsar su carrera y su legado.
El cómic no duda en sumergirse en la atmósfera única de la era del cine mudo, capturando el brillo de los estudios de Hollywood, los excesivos eventos sociales y la extravagancia desenfrenada que caracterizaba a la élite del entretenimiento. Sin embargo, también muestra el lado oscuro de este mundo de fantasía, donde el moralismo hipócrita y los prejuicios de la sociedad amenazaban con destruir incluso a sus figuras más veneradas.
Lo que realmente destaca de este cómic es su capacidad para humanizar a Arbuckle. Más allá de su fama y fortuna, vemos a un hombre luchando con sus demonios internos, buscando redención y perdón en un mundo que lo había encumbrado y luego lo había condenado. Sus relaciones, sus sueños y sus miedos están hábilmente retratados, lo que nos permite conectar con él a un nivel más profundo.
Las ilustraciones, imbuidas de un estilo nostálgico pero vibrante, complementan perfectamente la narrativa, capturando la esencia de la época y la personalidad de los personajes con un detalle impresionante. Desde los rostros conocidos de Arbuckle y Chaplin hasta los paisajes urbanos de Los Ángeles, cada viñeta es una obra de arte en sí misma, transportando al lector a un viaje inolvidable a través del tiempo.
En resumen, «Fatty: el primer rey de Hollywood» es un cómic que no solo entretiene, sino que también educa y conmueve. Es una oda a la humanidad de una de las figuras más icónicas del cine, recordándonos que detrás de cada estrella hay una historia compleja que merece ser contada. Este cómic es una obra imprescindible para cualquier amante del cine y la historia del entretenimiento.