Recientemente he leído el magnífico libro de David Hernando titulado Superman: la creación de un superhéroe, editado por minotauro y con portada dibujada por Pablo Roca. Y me han entrado ganas de volver a leer el Anual 11 de Superman, de junio de 1985 y los números 423 de Superman y 583 de Action Comics. Así que os he hecho una breve reseña.
Los tres cómics tienen en común estar guionizados por Alan Moore, el primero dibujado por Dave Gibbons (y por tanto del equipo de Watchmen) y los otros dos dibujados por Curt Swan y entintados por George Pérez y Paul Schaffenberger, conformando un equipo de lujo para despedir al Superman clásico, ya que era la época de Crisis en Tierras Infinitas, el Universo DC iba a empezar de nuevo, por primera vez, para hacer uno más cohesionado, con nuevas versiones de los personajes.
Aunque tengo la edición de Zinco, he leído los cómics en la de ECC de Grandes Autores de Superman que también incluye el DC Cómics Presents 85, pero la nostalgia me llevaba a repasar las otras historias.
Y no me han defraudado, al contrario. El anual que contiene «Para el hombre que lo tiene todo…» sigue siendo un cómic muy interesante, haciendo homenaje a esas historias imaginarias que poblaban la colección de Superman en la etapa de Mort Weisinger, muy bien escrita y excelentemente dibujada. Tiene como protagonistas a los otros grandes iconos DC, que son Batman, acompañado de Robin, y Wonder Woman, que van a la Fortaleza de la Soledad a dar un regalo a Superman por su cumpleaños… y se encuentran que está atrapado en un ensueño provocado por otro regalo enviado por Mongul.
Y la despedida del Superman clásico sigue siendo emotiva, con un guión muy bien hilvanado y con el dibujante que dio la imagen icónica de Superman para muchos lectores. Dos cómics de auténtico lujo para despedir al que se conocerá desde entonces como Superman Pre-crisis y dar la bienvenida al nuevo Universo DC que se formó después de la maxiserie de 12 números de Crisis en Tierras Infinitas. Por sus páginas desfilan muchos de los personajes que conformaron la historia del Hombre de Acero y se les da un final épico con aroma de despedida.
Hay historias que envejecen bien con el tiempo, y ésta es una de ellas. Seguro que las vuelvo a leer en un futuro.