Con este título, Panini inaugura la línea Black Label en España, y lo hace con una de las obras más sugerentes del catálogo reciente de DC. Zatanna: Abajo en la Sala, escrita por Mariko Tamaki e ilustrada por Javier Rodríguez, propone una exploración oscura e intimista de la maga más carismática del Universo DC.
Tamaki construye una narración en clave psicológica, donde lo sobrenatural y lo simbólico se entremezclan con los miedos más íntimos de Zatanna. La protagonista se ve obligada a descender, literalmente y en sentido metafórico, a un espacio que funciona como escenario de sus dudas, traumas y recuerdos familiares. No se trata de un relato de acción superheroica, sino de una fábula oscura sobre identidad, herencia y resiliencia.
El verdadero motor de esta novela gráfica es el despliegue visual que ofrece Rodríguez. Su trazo limpio y expresivo se combina con una paleta de colores vibrante que multiplica las atmósferas: lo onírico, lo inquietante, lo mágico. El dibujante no sólo narra, sino que experimenta con la página como un lienzo, jugando con la disposición de las viñetas, el ritmo de lectura y el simbolismo gráfico. Sus composiciones recuerdan al espíritu innovador de autores como Sienkiewicz o J.H. Williams III, pero con una personalidad propia que convierte cada página en un espectáculo visual. Es un cómic que pide ser leído con calma, deteniéndose en los detalles, porque en cada esquina hay un guiño narrativo o estético.

La apuesta de Panini por inaugurar el sello con este título no es casual: Zatanna: Abajo en la Sala es una obra que luce en formato cartoné. La encuadernación sólida y la impresión a color de gran calidad hacen justicia al despliegue artístico de Rodríguez. Además, la edición es respetuosa con el material original, subrayando la importancia de la línea Black Label como un espacio donde la calidad narrativa y visual se colocan en primer plano.
Este cómic es una experiencia sensorial y psicológica que utiliza el lenguaje del cómic para empujar sus propios límites. Tamaki ofrece un guion introspectivo y atmosférico, mientras Rodríguez lo eleva a pura magia visual. La edición en cartoné de Panini convierte este volumen en una pieza imprescindible para la estantería de cualquier amante del cómic de autor dentro del mainstream.

Un debut sobresaliente para Black Label en nuestro mercado, y una de las obras más bellas de Zatanna jamás publicadas.